Como todos los finales de verano me vengo arriba de una forma que me transformo en un a todo lo que da. Me explico. Después de un verano ocioso, donde la cabeza me ha dado que pensar más de la cuenta me he propuesto quererlo todo hacer a la vez y quererlo ya. O sea, no hacer nada de lo que me propongo. Leer más
Propositos
Falsos propósitos.
No sé si ponerme a régimen, comerme el panetone de hace quince dias o irme de rebajas , total me da lo mismo, lo que me compre no me va a caber y ni es que esté tirado de precio porque siempre acabo en nueva temporada. Llevo ya tres lunes sin contar este que hago mi lista de nuevos propósitos, como la carta de los Reyes Magos pero a lo falsedad en documento público.
Yo no sé por dónde empezar porque me quedo a medias de todo, me refiero a propósitos que de lo otro desde que me ligue al buenorro del gym voy sobrada. Si, los de nuevo año, no cumplo ni uno porque alguien tendrá que comerse las sobras de la nevera de las navidades, del cumpleaños del maromo o del santo del sobrino, que con esto de ser la soltera mi casa parece un salón de celebraciones. Y es que siempre me pilla el toro que en abril todavía estoy guardando velas rojas de purpurina que aparecen por todos lados que ni en el plató de La Semilla del Diablo.
Ni he dejado de fumar, es más me lo fumo todo, me pongo ciega a cigarrillos electrónicos que parece mi casa una sauna griega y a mí lo que me da es más ansiedad y de las de Valium, soy capaz de liársela al chino si no tiene mi sabor preferido, el mío el de plátano, por lo del muchacho, asi creo simbiosis. Ni he dejado de comer, es más, es que me como todo lo que he dejado de comer el mes pasado para poder comer lo que engordaba, gula que se llama, pecado capital, eso sí, que desde que escondí la báscula me creo que dia que no me pese dia que adelgazo. Yo soy asi que le vamos a hacer, pero vamos que tú también.
Que los cofrades de mi cuidad cada vez que ponen los días que quedan para semana santa me santiguo porque es la fecha límite que tengo para quitarme las lorzas, pero ni por esas, lo mío es un sufrimiento que ni yo me misma me aguanto. Que empiezo todos los años la operación bikini pero al revés y mira que me motivo yo misma con mis fotos de mis botines en mi instagram, pero nada el culo el mismo, pero más gordo.
Y es que el Bárcenas, el Undargarin y el Torres bajo juramento y mintiendo tienen más credibilidad que yo. Asi que no me queda otra, tirar de faja, cremas adelagazantes mentirosas, fumar a escondidas cual niñato de instituto y vámonos que nos vamos que la vida son los días.
Los antipropósitos.
Resulta que hay una costumbre en el universo que de todos es conocido como la mayor estafa a uno mismo por los siglos de los siglos: la lista de deseos y buenos propósitos de año nuevo.
Por el amor de Dios, somos auto pinochos, queremos ser súper héroes y acabamos en supervillanos. Nos dejamos arrastrar por ese deseo irrefrenable que es ,el abandonarte al libertinaje de nuestra misma persona, con todas las consecuencias evidentemente hacia nosotros mismos , y como somos humanos echarles la culpa a los demás.
Y es que, la única verdad es ,que estas anotando en tu agenda Propuestas para este año a la misma vez que sientes el deseo irrefrenable de no cumplirlas.
Mentira nº uno. Hacer ejercicio y deporte. Querrás decir, el gimnasio o la muerte. ¿Cuantas matriculas desperdiciadas y cuantas camisetas sin sudar llevas en tu vida humana? Yo unas quinientas y pocas son. Si es que ,se empieza la primera semana con unas fuerzas que a la siguiente estás ya que no puedes más. Este propósito se debería llamar Hacer como la que voy a hacer deporte y yo lo que voy, es a mamarrachear.
Mentira nº dos. Adelgazar, y mientras lo escribo me estoy zampando un browni del tirón. Este propósito es horripilante. Para que puñetas lo habré tenido que escribir. Y lo bueno no es que termines el año adelgazando sino lo que es peor aún, engordando. Asi que de verdad, si me veis por ahí, creedme que no ha sido ninguna dieta milagrosa sino porque, efectivamente, he dejado de beber en casa, y eso ya, es un gran paso.
Mentira nº tres. Prestar más atención a mi pareja. Claro que este propósito a la mitad de año es erróneo y se puede convertir en sus variantes, “Para que… le he prestado tanta atención” o ya directamente el lamentable “Buscar pareja” o “Por favor que alguien se enamore de mí”, humillante pero necesario. Aunque sinceramente creo que después del éxito de Las 50 sombras, es mejor escribir Encontrar un Gray de mi vida y todo el mundo contento.
Mentira nº cuatro Mejorar y progresar en mi trabajo. Señores por favor, si todo el mundo odiamos a nuestros jefes, o acaso ¿quién no ha escrito en una reunión aburrido en un papel :no lo aguanto que se calle ya? que las horas extras no nos la pagan, y que los pelotas se lo llevan todo, que le den por saco y a tirarse a la bartola. Claro que tal y como están las cosas mejor sería escribir: Encontrar un trabajo y que nadie me lo quite. Honestidad que no falte
Mentira nº cinco Dejar de fumar. Querrás decir, no fumar mientras duermes, porque se acaba uno fumándoselo todo y a escondidas de todo el mundo. Lo más bajuno. Este es el propósito más incumplido y más tortuoso, porque, de verdad, dejar de fumar lo que provoca es, de todo.
¡Feliz 2013!
¿Y vosotros que buenos propósitos tenéis?