Por fin llego la Navidad, y nada mejor que felicitaros con la idea original que me propuso la diseñadora de moda Flamenca Raquel Terán, que desde su tienda en Sevilla os deseáramos lo mejor para estas fiestas. Leer más
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Falsos propósitos.
No sé si ponerme a régimen, comerme el panetone de hace quince dias o irme de rebajas , total me da lo mismo, lo que me compre no me va a caber y ni es que esté tirado de precio porque siempre acabo en nueva temporada. Llevo ya tres lunes sin contar este que hago mi lista de nuevos propósitos, como la carta de los Reyes Magos pero a lo falsedad en documento público.
Yo no sé por dónde empezar porque me quedo a medias de todo, me refiero a propósitos que de lo otro desde que me ligue al buenorro del gym voy sobrada. Si, los de nuevo año, no cumplo ni uno porque alguien tendrá que comerse las sobras de la nevera de las navidades, del cumpleaños del maromo o del santo del sobrino, que con esto de ser la soltera mi casa parece un salón de celebraciones. Y es que siempre me pilla el toro que en abril todavía estoy guardando velas rojas de purpurina que aparecen por todos lados que ni en el plató de La Semilla del Diablo.
Ni he dejado de fumar, es más me lo fumo todo, me pongo ciega a cigarrillos electrónicos que parece mi casa una sauna griega y a mí lo que me da es más ansiedad y de las de Valium, soy capaz de liársela al chino si no tiene mi sabor preferido, el mío el de plátano, por lo del muchacho, asi creo simbiosis. Ni he dejado de comer, es más, es que me como todo lo que he dejado de comer el mes pasado para poder comer lo que engordaba, gula que se llama, pecado capital, eso sí, que desde que escondí la báscula me creo que dia que no me pese dia que adelgazo. Yo soy asi que le vamos a hacer, pero vamos que tú también.
Que los cofrades de mi cuidad cada vez que ponen los días que quedan para semana santa me santiguo porque es la fecha límite que tengo para quitarme las lorzas, pero ni por esas, lo mío es un sufrimiento que ni yo me misma me aguanto. Que empiezo todos los años la operación bikini pero al revés y mira que me motivo yo misma con mis fotos de mis botines en mi instagram, pero nada el culo el mismo, pero más gordo.
Y es que el Bárcenas, el Undargarin y el Torres bajo juramento y mintiendo tienen más credibilidad que yo. Asi que no me queda otra, tirar de faja, cremas adelagazantes mentirosas, fumar a escondidas cual niñato de instituto y vámonos que nos vamos que la vida son los días.