¡Que el otro día me quedé muerta!.Que me contaron que, según las estadísticas, las probabilidades matemáticas de encontrar al hombre ideal, son del 0,01% y lo que me daba más la risa, era que había que tener en cuenta la combinación de tres factores: Aficiones comunes, relaciones sexuales satisfactorias, y nivel social similar, (el patrimonio financiero, que a la postre , eso sí que es importante!!!)
¿Desilusionada?.No… ¡cabreada!
Que llegado a este punto, mi conclusión es que yo, haga lo que haga, jamás acertaré, vamos que será por oferta y por demanda, que me queda consolarme con la teoría de la sabiduría de la incertidumbre y la aleatoriedad, la ciencia de andar por casa, para que nos entendamos, la cutre, la de conversaciones internas que acabas dándote tu misma la razón, porque ya entramos en paranoia, que con semejante estadística demoledora entro en el mercado de lo usado, que si “no te quedan tantas posibilidades”, que tus posibilidades de acertar se reducen, que tengo que actuar con inteligencia para conseguir lo que quiero …
Bla bla bla, y yo ilusa me vuelvo estratega, que analizo a la presa observando sus debilidades, cual National Geographic, un papelón.
Al final me equivoco, no, si me voy a equivocar, ¡que me río yo de las posibilidades!; cual variedad de galletas; los de profesión estafadores emocionales, los de ¿porqué ella y no yo?, los proporcionalmente inversos a nuestras expectativas, los que la historia consistente, oculta otra verdadera historia, los que aplican la teoría gastronómica del sexo, ¿porque conformarme con un plato único habiendo variedad ?, los infieles por genética, los que escondieron la sillita que tú de casualidad descubriste en el coche, los que toda la fuerza del cerebro se les va a otra parte… Abreviando: Todos los que daban el pego.
Que yo me rajo, que no es por cobardía, que una es muy digna, que es cuestión de rebeldía, que si me embarco al final la bipolar soy yo.
Y que como me dice un amigo mío, si tú no eres perfecta, ¿para qué buscas al hombre perfecto?, y yo le respondo, ¿sabes? Que he pensado que me conformo con el medio- hombre de mi vida , al que solo pido de él, lo que me puede dar, que del resto chicas, ya me encargo yo.
Y que lo que unen las dopaminas no los separe la química del amor…
PD: Para mi amigo Luis R. porque siempre está disponible.