Tengo una amiga de moral distraída, como ella dice, y yo, la envidio; dice que está harta de “ligeritos de cascos” y que ahora es ella la que toma la iniciativa y se lanza al ciber-vacío que ya no aguanta más el tunanteo de noche, que si le gusta alguien se tira a la yugular porque si tiene que esperar a que se le acerque un tío que le encaje, seguramente, esa noche vuelve sola a casa.

Cada vez que salía aguantaba medio centenar de” ligeritos “indecentes que le hacen propuestas decentes y de” ligeritos” decentes que se las hacen indecentes. Los peores son estos. O los mejores, depende de gustos y paladares. Todos muy “ligeritos de cascos”, y así avanzaba la noche; mala, peor, horrorosa, un desastre y para eso ya que sale, le saca provecho.

Que se sale con unas expectativas altísimas esperando a que se acerquen los tíos y todo termina en un chasco. Y a la vista de esto, ella pasa a la acción y cambia el chip, su actividad preferida nocturna es pasearse como una cherubina, exhibiéndose delante de tíos que no le interesan para nada, y es mucho más divertido y fructífero dejar de ser la hierática que mira perdonando la vida y pensar “deningunamanera aguanto yo a este pelma” a cambiar el rol y usar el sentido común que es todo menos común, entrando en un inexplicable y desmesurado atractivo por los tíos peores.

Pero hasta para ligar necesitan que le acompañen, que es guay para la que liga pero no para la que acompaña que te quedas más tirada que una colilla, porque ante el panorama me entra la presión y su prima hermana la depresión. Si es que tengo un don: soy médium , nada más empezar una conversación mi cerebro me juega una mala pasada y sin venir a cuento le suelto al de turno: “Uy no que vaaaaaaaaaaa si es que yo no…”y sí, por eso yo soy una borde. Así que yo me abstengo.

La táctica de mi amiga no es conformarse con lo que hay, sino que ella va más allá y se busca la vida; yo no aguanto los momentos buenos diseminados de los tíos rollo, y a ella eso es lo que le da morbo, que si le entra a 80, 120 les siguen el rollo, y ella se siente icono de la noche, así es su felicidad, a aspirar a miss repiqueteo de móvil de la mañana siguiente, categoría número oculto.

Yo lo flipo, menos mal que estoy disfrutando de una noche de no hacer absolutamente nada… y es que esto de ligar por lo que veo está tirado, y para convertirse en bien de consumo hay que servir, que mi amiga como dice ella no es la Schiffer, pero no está tan mal, que es muy simpática y en cuanto elimine liquidito… un tipazo. Menuda juerga a lo Kate Moss se está pegando, así que como estoy viendo que toda la discoteca se empareja menos yo, voy a tener que ponerme enferma y mandarme a casa.

Si es que a estas alturas de la vida, hay que tomarse la seducción como una forma de conocer gente y así las posibilidades se multiplican. Ahora mismo voy a intentar aplicarlo a mi vida cotidiana.

Ya verás que yo al final no es que me guste tomar la iniciativa, lo que hago es cambiar la perspectiva de las cosas, que ya estoy harta de ligar por la noche y calzada sobre tacones de once centímetros, que por el día también se liga y es más probable que conozca a alguien más afín a mí, así que a tomar por saco el glamour y hacerse la lady, y que conste que eso me encanta, pero mañana en mi ruta de running por el parque con Fifi el perrito de mi amigo, me voy a hacer la encontradiza con el Piloto, el que me mira, le empujo y le como la boca allí mismo que me apetece todo …antes de que salga su próximo vuelo; total y si me reprocha algo le diré eso es mentira porque, yo no me acuerdo. Y lista.

P.D.Dedicado a J&J, por lo que sabemos…

Me conozco las etapas del duelo para superar una ruptura sentimental como la tabla del uno. Nunca falla.
Sí, esa etapa de ajuste emocional en la que por un instante eres la reina del mambo y otra en la que te quieres morir por las esquinas como alma en pena. Un mal trago es un mal trago, pero yo me los bebo todos. !Qué suerte tengo¡ Mi vida es una barra libre.

Llevaba un año y no sé qué pico con mi novio y de repente… un crucero de amigos Calpe- Ibiza en un velero, acabó con el amor, los planes, los malos rollos y lo poco que quedaba. Mira… mejor. Pero que conste que “yo ya lo iba a dejar”, porque ya me estaba hartando. Lo que ocurre es que estaba en una época cómoda y, oye, se ve que cogió carrerilla y se me adelantó; y que te deje alguien que no te interese ya nada eso jode. Y mucho. Menudo percal.

Y así me va. Fatal. Que no hace falta que lo diga en plan “Hola me llamo X y no tengo novio”, porque para empezar se me nota. No lo voy pregonando, pero tampoco lo oculto. Que nadie dijo que fuera fácil, ni gratis… que lo mío llevo invertido en valerianas, y en tranxilium: mis estimuladores morales de cabecera.

Ahora me he comprado dos o tres libros de autoestima y me voy a poner a piñón que las etapas del fracaso emocional me las voy a saltar a piola y en dos semanas estoy que me salgo… o en tres ,o en cuatro…. más bien en cinco. Para qué engañarnos.

Y así corre mi tiempo, tirando y pasando mis etapas. Que al principio vale, te duele, y solo piensas” No me lo puedo creer”, y me viene fenomenal la primera fase, la del impacto de la pérdida emocional, en la que me cuesta conciliar el sueño y pierdo el apetito. Me quedo como una sílfide. Una, porque no como, y otra ,porque como de pensamiento mirando la comida y pensando: Yo me comería esto, pero tengo un no sé qué en el estómago, que no me entra nada.

Y la de la negación, ni te cuento. Que no asumo que la relación ha terminado, que miro mi móvil cada dos por tres, mis emails, mi contestador…y que más dá!!! …si te ha dejado!!! y me quiero cortar los dedos para no enviar mensajes y sí ,hago llamadas mudas geolocalizadoras porque seguro que escucho la voz de alguien por detrás y así es más lícito pensar “vaya asco de tío”… y todo, para sentirte mejor.

Y el sentimiento de vacío de la pena y depresión que se te queda en el cuerpo, que tengo fritas a mis amigas a llamadas contándole la película: “pero tú qué crees qué pasará ”, que yo llevaría un año y no sé qué pero ellas llevan en cada llamada 20 minutos y un año no se qué, aguantando el mismo culebrón y eso es muy duro y a eso no hay derecho;el lado positivo: Gran época para la promiscuidad y las escaramuzas etílicas,sí señor.

Para la etapa del fracaso y de la culpa ya me arreglo yo con mis reglas caseras. La del no tengo remordimientos: Regla número uno, no convertirse en una víctima. Regla número dos , consultar la Regla uno.

Y que no, que esto no queda así, que yo con mi rabia supero mi pena, pero a mí me sale no la rabia saludable que te aconsejan los sicólogos, no, sino la autodestructiva , la de los insultos para olvidar pero todo con mucho cariño, “que ya no es que no me gustes es que ahora te tengo una manía que me muero “.

A estas alturas lo que me queda es resignarme, total, yo ya no sé si creo o dejo de creer en el amor , que ya lo veo más que claro, y caigo en la cuenta de que la ecuación es: no me llama más no da señales de vida, resultado, pasa de mi. Bueno, tampoco lo quería tanto la verdad.
Y después de todo esto ahora me toca reconstruirme a mí, que este no va a encontrar a nadie como yo y además tan sincera porque yo soy de las que le decía las mentiras a la cara, y hoy encontrar a alguien como yo es muy difícil y ya me acuerdo de tì querido y francamente me importas entre cero y nada.

Y mi tragedia se frivoliza, y a mí, mi neurosis me ha servido de experiencia, antes era vanidosa e insoportable y ahora ya, soy perfecta, así que el próximo que me ligue se me tiene que dar bien, porque sé las pautas a seguir para mi próxima relación y no quiero adelantar acontecimientos ,que voy a por el golfista prieto que quedó ganador en la entrega de premios y que conocí el otro día como la que sí quiere la cosa, pero disimuladamente, a ver…, lo voy a llamar…, mejor un email; pulso enviar y que sea lo que Dios quiera. Enter ,♥, suspiro y ya.

PD: Dedicado a tod@s los que han tenido, tienen o tendrán una ruptura sentimental…Muchos ánimos… La vida es maravillosa!!!♥

Tengo un bajonazo que no me lo creo, y es que me han puesto los cuernos,de pensamiento, palabra y obra. Y yo, que confiaba en él, ilusa de mí, así me va. La manía de los hombres de poner los cuernos ,y de las mujeres pensar que nos lo ponen, manías nuestras.

Me había ligado al guaperas, de la empresa de mi amigo. Borja se llamaba el tipo, que fue conocerlo tomarme un café y decirme el buenorro ven y lo dejé todo. Y es que me pasa siempre lo mismo, lo doy todo sin esperar nada a cambio y eso es lo que recibo, nada a cambio.

Tres meses después Borja -buenorro me pidió que le acompañara a la fiesta de verano de la empresa, y allí que me planté con él, de pareja formal, y es que cuando el colega te invita a un  evento social  eso significa que ya es que vas en serio,ya lo decía mi horóscopo y yo me lo creo. Un privilegio.

Así que me ví obligada a versionarme a mí misma : manicura, pedicura, pestañas postizas más peluquería, ciento cincuenta que me eché en lo alto, más una semana entera sin hidratos de carbono, eso sí que no tiene precio. Que una es mileurista pero estilosa; y todo para que el Borja de los… aparezca  tarde; tarde y  ciego, que el colega me viene de estar de copas todo el día y tan pancho.Y tan ancho.

Que voy recién levantada y para él lo mismo, que ya me dí cuenta que de ciego nada, que sólo tenía ojos para la becaria, sí, la buenorra, que Dios los cría y ellos se juntan, que a esa si que no le quitaba ojos, ni las manos. Y entre ellos sonrisas de que si tú quieres todo va a ir muy bien.

“Míralos… y tan frescos…, llevan así meses, quién pudiera, y eso que tiene novia, pero la becaria es mucha becaria”, me suelta el compañero del despacho de al lado, otro que iba ciego, que yo no sé que es más humillante que te digan cornuda en toda la cara o que te confundan con la conserje de toda la vida, que con tanta chapa y pintura ya se lo dije a mi estilista: que a mí este look me envejecía.

Y la tercera ciega era yo, que no me había dado cuenta de nada, que no hay más ciego que quién no quiere ver, y fue allí mismo, en ese preciso instante cuando me enteré que el B.B. me la pegaba con la becaria; Y me quedé perpleja, presa del efecto cuernos sandovaleros, sintiendo la proyección ósea y puntiaguda que me salía del hueso frontal…
Si es que para el amor, yo ,soy muy torpe, y no diferencio a los novios que después son unos falsos que a un tío falso que se las da de novio.

Que no hay derecho, que yo entiendo que le entre el calentón… ¿pero allí mismo y delante de todo el mundo?… eso es muy fuerte, que las cosas se hacen bien o no se hacen, que yo mis impulsos inapropiados me los controlo muy bien; bueno,casi bien, que fue entrarme la mala leche y entrar a saco… que a cuernos no hay quien me gane. ¿Será por hombres? Y así empecé mi venganza; y los amigos de Borja me acosaban y se me tiraban encima, tetosterona por un tubo, y las novias me hacían el vacío. Ya ves planazo.

Si es que me lo advirtieron mis amigas y mi intuición femenina, pero una que se deja llevar y después vienen los palos. Si es que ya él me lo había dicho. Le pregunté una vez ¿tú eres fiel?… Y me respondió:  “fiel a mis sentimientos”. Y ya vés, me lo tuve que tragar…. por preguntar.

 

Soy adicta a la lujuria, tengo síntomas.

El caso es que es tomarme una copa y oye, una se convierte en la niña del exorcista, en el doctor Jekyll y mister Hyde, en el monstruo de las galletas o vete tú a saber, depende del día y de cómo me coja el cuerpo, que más da, un lujo de registros, que ni la Bette Davis.

El jueves tuvimos  la cena de amigas, simple, tranquila y agradable… hasta que la cosa se fue animando, porque me notaba yo suelta y a mi aire, y empezaron los cambios de registros al principio, que el lio gordo lo líe después. Me había puesto mis taconazos y mi mini- traje- arma secreta, de infarto tú, que para ponérmelo no veas , sudor, sangre, lágrimas y que para quitármelo ni me preocupo que seguro que amanezco vestida, total, no será la primera vez.

Cinco cócteles y dos botellas de champagne después tenia dificultar al andar, échale la culpa a los tacones, visión borrosa, échale la culpa a las lentillas, reacciones lentas, échale la culpa al cansancio y arrastraba las palabras al hablar, échale… uf, mejor me callo, pero el ruso lo pronunciaba divinamente. El alcohol había llegado a mi cerebro y eso sí que era un síntoma.

Y fue entrar en el garito y allí estaba él, entre todos, que fue cruzarse nuestras miradas y, nos caímos en gracia, la novedad oye es lo que tiene. Que si cómo te llamas. Que si quieres una copa (otra) que si qué ideal, que si que tensión sexual no resuelta…, un éxito tú, pero de confusión mental. Y otra copa más.

Y allí tan relajada  me tenia entregada que, dada las copitas,respondía a los estímulos, y si no, pues también. Y que tenga cuidado, que yo soy de las que mimetizo con el ambiente, ni dignidad ni muy educada ni disciplina, que el tío tenía su rollo, lo que yo te diga, y yo el puntazo.

Y ya ves el peliculón, haber estudiado una carrera para acabar contándole tu vida al primero que se te cruza y ya metida en fregao  mis secretos, que es lo peor, si ya, ¿que quieres?  Se me puso el tío a tiro y alli que me tiré a los leones.

Y ahí es cuando  ese momento de lucidez ,aparece en medio de la ebriedad aguda ,y antes de no poder recordar mañana mi participación en esa actividad potencialmente peligrosa que se avecina , es cuando me doy cuenta que el nivel de alcohol que recorre el interior de mi mini -traje disminuye mi nivel de exigencia para con los hombres. Un dramón.

Si hay que estar abierta a todo, lo sé, pero no pasarse, que una cosa es  saludar porque el chico es mono y otra contarle tu vida mientras organizas mentalmente  tu boda con él en las Vegas, que hay un término medio que es el que yo no tengo. Así que, metida en paranoia, me voy, mejor sola, pero eso sí, que el tío me acompañe al taxi, que lo cortes no quita lo caliente.

La mañana siguiente la tuve que afrontar con valentía y orfidal. Y con mentiras, que fue saltarme el whatsapp y querer morirme:

-«Hola wapa q fuert lo q me contaste  anoche… Lo del secret…»
Wapa?, Fuert? Secret? Me suelta el colega, sin anestesia ni piedad. Sudor frío.
-«No, pero no entendiste,  eso le pasó a una amiga mía. Je jejeje»
-«Si claro, que tú amiga eres tú…»

Fue de lo peor, que ni  el «je je je»recurrido de esos mensajes que no sabes como terminar me salvó de la pérdida de mi currada dignidad.

Es lo que tiene la resaca de las confesiones sexuales en noches de borracheras.
Ya no salgo más. Propósito de enmienda.

PD : Dedicada a una persona que nadie conoce mejor que yo.