Mini textos.
Cuando menos te lo esperas vuelves a sonreír. Recuerdas aquello que habías olvidado que tenías que recordar el día menos esperado. Sabías que podías volar, pero no te atrevías. Sabías que volabas pero no sabías como. Sabías que podías pero nadie te enseñaba. Puedes ser mitad agonía o mitad esperanza.
A veces es mejor soñar que aún tenemos sueños porque albergamos la esperanza de cumplirlos. Aún puedes volar porque tus alas te empujan a hacerlo, olvídate de la meta. Lo bonito es empezar de nuevo. Aunque te cueste, recuerda: lo único que tienes que hacer es sonreír.