A ver, ¡chicas! (no hay forma peor que empezar un post con ¡chicas!) es la noche de los Oscar y visualizo a un ejército de bloggers con litronas de café esperando los modelazos de las grandes estrellas para que lo más profundo que leamos sea que los pendientes no le hacen juego con el lazo del color del tacón de los stilettos, ay no Louboutin, que parece que no hay otro diseñador más en el mundo del calzado femenino que pueda existir, y si no tienes unos eres una apestada y fijate tú el disgusto.
Total que estrés, todo para nada, una noche entera sin dormir para ponerte los dientes largos, bueno, siempre nos queda la moda de pacotilla el sacarle partido partido porque, Cuchi, la amiga de la prima de mi vecina me clona el vestido que yo elija, ella ha hecho un curso de diseño y moda de tres semanas y es una gran diseñadora consagrada. Ya veis, yo más feliz que un caracol con patines, a no ser claro que en el chino de la esquina de mi casa encuentre lo más parecido a la tela de brillantina azul de la diva de turno solo que esta puede picar un poquito más, pero eso sí brilla mucho más que todo hay que decirlo
Si es que, la moda nos domina y nos tiene agilipollados. El otro dia mismo, yo que pretendía pasar desapercibida en el cóctel de mi empresa por el ascenso del pelota y al final, otro corpiño de loba. Por mi iba rollo rústico, hasta con forro polar y botas de montaña con el look copieteado, faltaría más, de las bloggers en Gladstonbury de hace unos años pero a lo celebriti cutre, un rollo mañanero de ciudad falso festivalero, arreglá pero estudiá, y allí que me iba a plantar yo a dar la nota.
Pues nada, que no doy ni una. En la cafetería va y me entero que la buenorra de recursos humanos va con un traje a lo Pedroche rollo medio en bolas, solo que más brilli brilli y con unas estrellitas, fue escucharlo y el café me salió por las orejas; me dio el avenate, que quieres que te diga, yo no voy a ser menos que para eso llevo tres meses en la electroestimulación aguantando las paradas mini respiratorias a lo micro orgasmo y yo eso lo tengo que amortizar como sea. Si ella enseña muslo yo no voy a ser menos.
Total que hasta ahí y más allá de las modas y las tendencias, no hay nada peor ni más antiguo que un look para todo segunda parte de nochevieja, arreglao pero a lo hortera, cutre pero que no lo parezca, de chino pero que parezca bueno, o de un querer y un no poder o de un no poder decir que no puedes pero si quieres.
El caso es meterla dolada que ni se enteran, pero una monísima que lo que verdaderamente importa es el dar el pego para que los demás, que se jodan, no pequen ojo. Si al final todo el mundo sabe que todo el mundo miente y esa es la única verdad.