En Sevilla, celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de una forma especial y distinta, al sevillano modo. Son muy poco los lugares del mundo donde se manifiesta de una forma tan externa los signos y símbolos de la Pasión de Señor. Será en Andalucía y en concreto en Sevilla donde esta manifestación de Fe pública, nacida del pueblo para el pueblo, tome su razón de ser.
Vivimos dos mundos diferentes y unidos entre si , uno, la liturgia de los Oficios, dentro del interior de los templos de Jueves y Viernes Santo, y otro , el que se vive en la ciudad y hace que se muestre la Semana Santa como un museo al aire libre donde dar rienda suelta a todos los sentidos.
Para nuestra suerte podemos disfrutar y contemplar tallas de incalculable valor que en otros lugares del mundo estarían expuestas en un museo con extremas y sofisticadas medidas de seguridad. Lejos de descontextualizar la obra de arte, esta permanece en el lugar para el que fue creada y solo una vez al año se saca a la calle para que todos puedan contemplarla. Para este ritual, cada hermandad muestra un rico patrimonio, heredado y enriquecido a lo largo de los siglos y años.
Con ello podemos admirar orfebrería de primerísima calidad junto con bordados, tallas y adornos florales, todo ello creado para la exhibición pública de un solo día. Lo efímero es lo que permanece en esta ciudad que se reinventa cada día y que vuelve a nacer una y otra vez para volver a morir, rezamos ante las imágenes que vemos y que nos hace sentir el sentimiento religioso más cerca de nosotros.
Por eso, esas obras vtan valiosas son tan nuestras, que apartamos su valor artístico, y lo sustituimos por el valor emocional y espiritual que de ellas emana. El gran artista Ricardo Suarez nos lo explica “Necesitamos tocar a Dios de ahí que una vez al año Dios sale a nuestro encuentro por el trazado de la ciudad con las mejores galas que todos sus hijos pusieron para mayor gloria del que es Rey de Reyes”.
Esa es la razón por la cual solo en Sevilla se siguen manteniendo oficios que en otras partes del mundo hubiesen desaparecido; las artesanías que hacen que una parte importante de la economía de la ciudad gire en torno a la Semana Santa.
Dedicado al gran artista Ricardo Suarez., pintor y escultor sevillano, orgullo de nuestra ciudad.
Agradecimientos a Maria Guerra, Fotografia.