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Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, pero no las mismas. Woody Allen.

Si una de las cosas más bonitas que tiene el mundo de la pareja es dormir juntos. Apaga y vámonos. El amor es muy bonito pero cuando no se puede, no se puede y la soledad es algunas situaciones es justa y necesaria.

Si por ejemplo sales una noche de fiesta y alcohol, te has bebido lo tuyo y también lo de todos los demás, y vuelves a casa muy perjudicada, no me discutáis que lo que realmente apetece es meterse en la cama sola sin acompañante porque, probablemente, te despiertes aun oliendo a un olor mezcla de todos los destilantes del mundo, sin recordar el planeta en el que vives y con tu cara lo más parecida  a un oso panda.

Si ya de por si la vida es triste, en estos momentos post alcohol cuando todo lo que  te rodea te parece aún más depresivo de lo que realmente es, para empezar, una misma porque tu look es de lo mas triste y penoso que puedas ver, con la raya del ojo corrida, la pestaña postiza en la frente, los pelos a lo rockero , tu voz como la niña del exorcista, y unas ganas de vomitar que no se las salta ni un galgo.

No nos engañemos, por favor, que probablemente si duermes con tu pareja de toda la vida, como que lo mismo da que te da lo mismo, ya que si cabe aun, el estará peor que tú, con la mala cara a lo Robinson Crusoe  y el mal aliento. Pero si esa noche te has ligado a uno, probablemente sea peor y  te preguntes “Por Dios ¿quién coño es este tio, quien le ha invitado  y qué hace en mi cama y peor aun ,aqui?, Que se vaya ya».Todo esto a la vez que lo miras y te entierras en tu almohada. Y si es necesario hacer un simulacro de incendio para que el muchacho salga huyendo. Se hace.

Porque  pongamos el caso que el tío es uno de esos que  pasa la noche sin parar de roncar, que por muchos codazos que les des o por mucho cricricri que hagas solo consigues que cambien la postura pero que el sonido aumente aún más, aquí o le tapas la nariz y que muera asfixiado y que calle para siempre o te mueres de la angustia. O la manía que tienen algunos personas de beber en medio de la noche y en medio de la nada. Porque si es tu Pepe se conoce el camino de sobra, pero el nuevo se pone a rebuscar por todos los muebles cual ladrón de oficina y a polular por tu casa, con un sonido de ruidos que te desvelan para el resto de la noche, señores beban del grifo del baño, es más fácil el camino.

Así que lo mejor que te podría ocurrir en estas circunstancias es que pases la noche del tirón y ya, a la mañana siguiente te encuentres con el pastel. Porque hay gente a la que es mejor echar antes de que quiera empezar  hacer lo que cree que, con muchisima ilusion, ha venido a hacer. Y mañana será otro día.

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