Si hay algo que detesto de las navidades es esa hipocresía que se queda instaurada en la vida de todos durante dos meses más. He tenido que aguantar suegro, cuñado, primos y todos los que se han ido apuntando en todas sus variantes. Por favor necesito una manual de cómo sobrevivir a mi misma y no morir en el intento.
No sé cómo explicar que me he quedado bastante saturada de lo que son reuniones familiares alrededor de un pino. Es una agradable convivencia con todos los parientes que no veo en un año y a los que, alegre pero cierto, por mi no vería mas.
No sé cómo pasa, pero pasa, reuniones pacificas que acaban en conflictos y que cada uno sale por peteneras. Uno de esos días de tantos en los que, bajo los efectos del vino y lo que no es el vino, le dije a mi cuñada Ani, que bien que cocinas que pena que no te pueda ver, con la consiguiente humillación que me sacaran cual camisa de fuerza de tan entrañable evento, tan ridículo como cierto. Si hubiese pensado antes de emitir sonido gutural alguno, la paz en el mundo se hubiese instaurado.
Pero peor fue, si me apuras, que Pepe, el primo Pepe, que no veía desde la adolescencia tuviera que recordar el único día que me puse a bailar como una loca y se me vieron las bragas delante de todo el pueblo de mi abuelo. Pepe, no te veo en todo el año y vienes justo ahora a recordarme mis traumas infantiles y a arrebatarme mi lindo mundo interior de paso.
Por no contar, las batallitas legales e ilegales de la hermana de tu cuñada, que no conoces de nada pero que se encaloma en la reunión y que ha sido abandonada por su novio que resulta ser el que se está ligando tu mejor amiga. Al final la culpable y la lianta es una servidora sin comerlo ni beberlo. Suele pasar que en esta agradable convivencia te recuerden todos los errores de tu vida que no has superado, simplemente por tener la amiga equivocada.
Y para colmo, este sábado de nuevo tengo almuerzo familiar y allí nos vamos a volver a encontrar gol norte y gol sur y algún que otro ultra. Esta reunión familiar va a ser distinta, lo he planificado todo, me pienso alejar de los parientes conflictivos, y sentar a los peligrosos en un vertice angular pitagoriano con parientes neutros por enmedio para que nadie pueda verse las caras; vamos que ni Einstein en sus teorias.Que ya me pueden gritar “eres una egoísta, sólo piensas en ti”, pensaré que el problema no soy yo. Y a sobrevivir
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Cuanta razon tienes. Me encanta este post.
elbauldenora.blogspot.com
Silvia cariño, te sigo desde hace tiempo y me parece que escribes genial, veo en ti una chica culta y sofisticada.
Besos Patty Difussa.
Silvia, enhorabuena por tu blog, disfruto mucho leyéndole. Besos.
Querida amiga Silvia: me parece muy interesante y con un buen gusto las cosas que escribes. Te sigo desde hace tiempo y no dejo de disfrutar con tus escritos. Gracias por hacerlo bien.
Besos Cristel.