Hay una época de tu vida que entras en una dimensión desconocida. Es ese momento en que cumples años (no digo cuantos porque según quien puede variar como la prima de riesgo) y no se sabe si eres niñata, señora o señorona. A esta época la titulare “Yo y mis circunstancias”.
Te ves muy joven haciendo según que cosas y muy mayor haciendo las mismas que las anteriores pero otro día diferente, si, ese día que te vienes arriba, te vuelves alternativa, y te pones el golpe de mini y de tacón que te crees invencible y cuando suben tus fotos al instagram al día siguiente te ves hecha una mamarracha. Pasas del hay que ver lo buena que estoy para la edad que tengo al Yo ya no tengo edad para esto, en tres horas de diferencia.
Es ese día por ejemplo, que vas de Shopping y te atienden una dependientas pijas que al entrar y verte jovial y con ganas de comprar te dicen: “Cariño, ¿en que te puedo atender?”, y cuando se dan cuenta que cada cinco minutos vas aumentando de talla, y que nos vas a comprar nada, te abren el probador con muy mala leche y te gritan a lo Falete: ¿Como le queda señora? Y ahí estas tu delante del espejo en medio bolas con los calcetines hasta la rodilla y tus agujeros de celulitis. Te puedo asegurar que saliste de tu casa con tres de ellos y vuelves medio depresiva después de escuchar lo de señora con cinco. Puede llegar a ser algo muy traumático.
Otro tema escamoso es salir de copas, y soltar la tontería mas absurda que haya escuchado: “Yo es que prefiero salir al mediodía porque me veo ya muy puretar para salir de noche”, y resulta que claro, has salido de Señora muy derecha desde el mediodía y vuelves a casa con una cogorza como una niñata cual Spiderman agarrada a las paredes taconazo en mano. Sales con tus pelos planchados y vuelves con los mismos, pero enredados.
Lo del peso, altura y medida seria lo mas interesante, cuando eres una niñata te da igual haber engordado 320 gramospero de señorona es el fin del mundo, ves a todas las teenagers con sus tipines zampándose el bocata en la piscina, y te crees que tu, con tus ataques hormonales te puedes zampar tres hamburguesas en un día, de niñata, y que no va a pasar nada porque a la semana siguiente vas a sobrevivir a base de agua, te verde y brócoli, como una señora. Me parece a mí que no somos conscientes que si las buenorras del “Espacial Qua” tienen que adelgazar, las normales por lo bajini, osea nosotras, pues también.
Para mi, señores el tema viene siendo preocupante, ya que con esto de la edad, me he dado cuenta que me molesta mucho mas olvidarme el pintalabios en casa de niñata, que la dignidad de señora, y claro, después pasa lo que pasa, que no tengo perdón de Dios.
NOTA: Este post ha sido publicado en la revista Southchic.nº8.
Me encantan estas reflexiones… Totalmente ciertas, me han encantadooooo.
Muaka
Me ha encantado!! Es tan cierto…
Horror!!!….estoy entrando en esa edad indefinida cuesta abajo y sin frenos…jajaja
Jajajajajajaja muy bueno,
Pero pienso que no importa la edad para comportarte de una u otra manera, lo que si hay que hacerlo es con dignidad, da igual si estás gorda o canija ,si ya peinas canas o estás calvo,lo importante es sentirte bien contigo mismo, aquello de la cara es el espejo del alma
Ahh, en el caso nuestro ,es peor, somos patéticos queriendo parecer seductores,magnificos deportistas,conductores, etc,etc.,etc.Eso si,trago con todo, menos perder la compostura sobre todo con la bebida
Por cierto ,vosotras, estais siempre guapas,la edad os va haciendo mejores, sin duda
De mis favoritos, sin ninguna duda!!!
Me he leído este artículo y algunos otros de los que has publicado, enhorabuena porque son todos geniales, todos me arrancan una sonrisa y reales como la vida misma. Un beso guapa, ya no me pierdo ni uno.
http://blog.sinetiquetar.com